jueves, 15 de agosto de 2013

Cómo sentirte cómodo en cualquier postura de Yoga.


"La postura adecuada es aquella que es firme y agradable" y "aminorando la tendencia natural (a la intranquilidad) y meditando sobre lo ilimitado (la postura se hace firme y placentera). Pero, ¿cuántas veces te has encontrado a ti mismo en la postura de la paloma, con el deseo de salir lo más pronto posible de ella? 
Tus músculos acalambrados gritan socorro y tu mente te lleva a lugares que son tan incómodos hasta que simplemente no puedes soportarlo más y te retuerces para salir de la postura. No te preocupes, ¡es perfectamente normal! Y mucho más fácil que luchar contigo mismo para mantenerte en ellla. Entonces, ¿cómo llegamos a entender esto? ¿Cómo puede una asana como la postura de la paloma ser a la vez estable y cómodo?

1. Respira 

El primer paso, respirar. Inhala, exhala. Inhala, exhala. Simple, ¿no? No tanto. Es natural para nosotros contener la respiración durante momentos de estrés, confusión, o simplemente en tareas cotidianas. De hecho se requiere esfuerzo para respirar, me refiero a realmente respirar. Pero primero vamos a nuestra respiración. Esto nos ayuda a encontrar esa conexión cuerpo-mente que es tan importante para aquietar la mente (que es el paso 2). Cuando llegamos a nuestra respiración, nuestro sistema nervioso parasimpático es tranquilo y consciente. Es como un masaje en nuestro sistema nervioso. Basta con probarlo ahora. Concéntrate en tu respiración. Cierra los ojos. Luego, observa lo que sucede. Probable tu mandíbula se aflojó, tus hombros se relajan hacia abajo y hacia atrás, y tu mente se tranquiliza. ¡Y eso que ni siquiera eras consciente de esas cosas al empezar!

2. Aquietar tu mente

Esto suena más fácil de lo que es. Y esta es la belleza de yoga. Cuando te metes en una postura, las cosas están así. Tu mente empieza a divagar. Tu cuerpo empieza a hablar contigo recordandote cualquier pequeña molestia. Empiezas a escuchar la charla en tu mente, hasta que te convence de cualquier mentira que está tratando de decirte. No, no te vas a morir en esta postura. No, no te va a matar seguir en ella una respiración más (o cinco). Aquietar la mente significa encontrar control. Y una vez que la mente se aquieta, puede estar disponible para recibir la información que realmente importa. Se trata de "yoga chitta vritti nirodha", traducido sería algo como "yoga es el dominio de aquietar las cosas de la mente." Una vez dominado, el verdadero Ser brilla.

3. Se paciente

Como siempre dice mi profesor en nuestra clase, "los milímetros son miles." Esto es cierto en el yoga y en la vida. El hecho de que no se puede entrar en una postura, no significa que no lo puedas hacer algún día. Tu cabeza puede no tocar las rodillas en Uttanasana sin una ligera curva, pero cada día que respiras en la postura, aquietas tu mente y encuentras la paz con tu cuerpo, ese milímetro extra de extensión podría llevarte a la orilla. Y eso está logrando mucho.

4. Aceptar las limitaciones de tu cuerpo

No todo el mundo esta destinado a sentarse en loto. Este es sólo un ejemplo, pero sabes a lo que me refiero. Todo el mundo tiene una estructura diferente del esqueleto, musculatura, ligamentos y flexibilidad. Por no hablar de todos factores de los estilos de vida que influyen en nuestra capacidad de mover y doblar. Para mí, el tobillo izquierdo, que por una lesión ahora tiene muy poca movilidad, me impide hacer posturas como la del héroe si no uso algún accesorio de apoyo. No importa lo mucho que me caliente, afloje la articulación o la mueva, se que no podré hacer la extensión correcta. Y, sí, admito que es frustrante. Pero ésta es una limitación que he llegado a aceptar (hay muchas más, que conste). Pero esto no quiere decir que yo no hago mi versión de la la postura. Mi tobillo puede no estar bien extendido, pero me pongo en la postura y respiro en la misma. El no reconocer y aceptar estas limitaciones pueden llevar a una lucha interna más profunda, dudas y posibles lesiones.

5. Por encima de todo, El Amor

No importa lo que está sucediendo a tu alrededor, o donde estás en este momento, estás exactamente donde se supone que debes estar. Amate y acéptate. Ama y acepta tus alrededores. Y ama y acepta a los demás que están en tu vida. Esto hará que cultives la paz interior, que impregnará todo a tu alrededor. Si podemos encontrar el confort y la estabilidad en una postura de yoga difícil, ciertamente podemos tomar esta práctica fuera de la estera, encontrando el mismo confort y estabilidad en la vida cotidiana.




Extraido de Revista Yoga Journal España.