viernes, 6 de mayo de 2011

Parte 2: Lo que el Yoga SI es!


"El Yoga es la unión de todas tus partes, de tu cuerpo ligado a tus emociones que devinieron de algún pensamiento, que fue producto de tus hábitos o miedos -adquiridos o imitados, que son un resultado de tu karma- de esta vida o de otra, que en realidad no tiene importancia porque es el que te toca para aprender a vivir, amar y ser completamente feliz a pesar de tu tristeza y poderoso a pesar de tu pobreza.
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Yoga es el encuentro permanente entre todo lo que sos y todo lo que todavía no sabés que sos, Yoga se genera cuando entendés algo que sentís y sentís algo que entendés.
Yoga es cuando te reconocés humano, completamente imperfecto, dependiente, apegado, celoso, enojado, defectuoso, vulnerable y además, amoroso, enérgico, espontáneo, tranquilo, paciente, corajudo, gracioso, contemplativo, sensible. Es cuando agradecés y sabés que sólo no podés. es cuando pedís perdón al mismo tiempo que entendés que en un punto del camino hasta tus errores sirven a un propósito (y que no por eso los seguís repitiendo).
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Es cuando estás atento a todos esos pensamientos autoboicoteros y seguís adelante con tu verdad sin prisa pero sin pausa, disfrutando el presente, aceptando el pasado y planeando desapegadamente el futuro, considerando siempre tu propia felicidad y la de los demás, porque son indivisibles.
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Es cuando los compromisos, las responsabilidades y deberes te hacen libre y no al revés. Es cuando necesitás unirte, ligarte a algo más, o a un otro temporal, permanente o eterno, para aprender.
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Es cuando te amás y respetás como sos en cada momento.
Yoga es cuando te relacionás con vos mismo, con el Todo y luego con el mundo. Es cuando encontrás ese "algo" que sólo tenés vos y ningún otro ser de este planeta y te animás a darlo, porque vivir no sería vivir si no lo hicieras.
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Yoga es cuando todo lo anterior cobra sentido porque sabés y sentís que está ligado a un plan Mayor que el que vos mismo deseabas y tenías preparado.
Yoga a veces es un medio, a veces un fin y a veces todo en el medio, depende de para qué quieras usar el Yoga (...)."
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Una vez más, Gracias Mercedes! Namasté!

miércoles, 4 de mayo de 2011

YOGA PARA LA VIDA (parte 1)


Namasté! Hoy quero compartir con vos la primera parte de un texto escrito por Mercedes Guiraldes, publicado en la revista Yoga+.
""El Yoga no es hoy lo que fue en sus inicios, gracias a Dios, pues significa que el hombre cambia y evoluciona junto con el cosmos. (...) El hombre se transforma y también sus paradigmas, estructuras psíquicas y emocionales. El Espíritu mismo cambia, evoluciona. El Yoga también, porque la materia prima del Yoga es uno y todo lo que existe en el Cosmos.
(...)
Los yoguis de antaño tenían como objetivo último de realización espiritual el retiro a alguna silenciosa gruta en los Himalayas para conseguir el tan deseado Samadhi, Nirvana o disolución última con la verdad o lo Divino. Más recientemente, y menos extremo, el objetivo derivó en la fundación de grandes escuelas de Yoga, meditación, monasterios, ashrams, etc. Después sucedió el contagio. Y ahí empezamos a hacer un poco de agua con lo que nos legaron.
La fascinación de tantos de nosotros, "los occidentales", por el aporte de oriente nos condujo al enamoramiento, a la renuncia radical y hasta al fanatismo por el conocimiento y sabiduría provenientes del hemisferio complementario; comportándonos como desesperados nómades del desierto que van al encuentro del oasis, y en su sed beben más de lo que pueden o de lo que necesitan realmente.
Entonces empezó la competencia por ver quién fundaba la "verdadera", la "más legítima", la "más antigua", o la "real y verdadera" escuela de Yoga. Y así devinimos al fundamentalismo, al dogma y al marketing para comprobar quién realmente estaba "en lo cierto". Empezamos, sin quererlo, a comparar quién era el más luminoso, pacífico y amoroso, quién tenía las túnicas más blancas, quién tenía al mejor maestro y quién acumulaba mejor karma o recitaba mejor los sutras.
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Afortunadamente, han emergido personas que, muy astutas y provistas de una buena cuota de coraje, han sabido ver por encima del amarillismo y fama espiritual y, fieles al corazón y al sentido común, practicaron lo recibido de oriente sin olvidar sus raices y linaje occidental. Se silenciaron, se percibieron, se aceptaron, compartieron experiencias con otros, vivieron otro poco y recién entonces hablaron, escribieron o enseñaron. No robaron palabras ni experiencias, simplemente expresaron la verdad, su verdad.
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El mapa no es el territorio.
El Yoga, hoy, es un mapa bastante completo pero no del todo, como tantos otros.
Y no es el único ni el mejor, pero no es el territorio y precisa de complementos de nuestros tiempos. Y el gurú es uno de tantos que lo pudo haber caminado y que puede compartir su experiencia y quizás acompañarte en tramos del propio, señalarte atajos o generarte desvíos. El maestro puede ser una madre, un amigo, un perro, un hijo, un suceso, un libro, un señor de la India o uno de China, quizás uno de Paraguay. El maestro un día es amoroso, otro no, otro día es un masaje, otro día un colectivo que no frena en la parada.
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Pero la fascinación y la entrega irracional, la dedicación exclusiva a una forma de espiritualidad, no es de ninguna manera Yoga ni espiritualidad. Y con esto no me refiero a la profunda y dulce devoción o bhakti, sino a la mendicante y extrema sumisión a una estructura externa de contención que vende espiritualidad al precio de nuestra propia alma e identidad, que pretende de sus practicantes perfectos modales, pensamientos puros, compasión ciega, posturas divinas, imitación al pie de la letra de sus lemas y leyes, la destrucción patológica de sus egos, salud intachable, apego extremo al presente, servicio "des"interesado, rechazo visceral a las emociones negativas, alimentación macro, micro y ultrabiótica, etc. Y acá necesito decir que esto condujo a un fenómeno complicado. Muchísimas personas hoy tienen expectativas grandilocuentes e idealizadas sobre instructores y maestros de yoga, que pretenden que no padezcan dolor, enfermedad ni problemas en sus vidas.
(...) Lo cierto es que todas estas cosas distan de los genuinos asuntos del espíritu que, en general, suelen ser objetivos profundamente sencillos.
(...) La idea expresa el hecho de que a menudo nos identificamos con la forma o con la herramienta y NO con su utilidad. Practicamos Yoga para ser mejores profesores de Yoga, o mejores yoguis y dejamos de practicar Yoga para "ser humanos". Nos olvidamos de encontrarle verdadero sentido a nuestra fugaz existencia, o de descubrir nuestro verdadero propósito, potencial y vocación. Y por esta razón a veces sucumbimos a mayores estados de represión y negación, o sentimos culpa cada vez que nos equivocamos en lugar de pedir perdón, o nos hiperexigimos y falseamos en lugar de pedir ayuda humildemente. Incluso abandonamos nuestras relaciones y familias. Simplemente para luego oscilar al otro extremo del péndulo generándonos toda clase de adicciones (entre ellas a la espiritualidad!), patologías y mayores estados de sufrimiento que aquellos que nos llevaron a abandonar todo en primer lugar. La identificación, en todo caso, debería ser con el alma y lo que ella necesita, y no con el ego (que tampoco debe ser destruído porque es tan sólo una manifestación torpe, ingenua y muchas veces dolida, de los deseos del alma).
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Proceso vs. producto acabado.
Una vez escuché a Carola Terreni decir con absoluta contundencia y convicción "Es que somos un proceso!". No me lo olvido más. Y también dijo "cambiar en muy dificil". Quizás porque para cambiar hay que recordar una y otra vez el sentido de proceso y no de producto para la góndola.
Hemos perdido el sentido de proceso y con ello la paciencia, la mayor de las virtudes según el Buda. Por causa del apuro pero también por su opuesto que es la pereza, pero aún más que nada por ignorancia.
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La espiritualidad es un proceso, porque la materia prima del Espíritu es nuestra propia vida, y ¿qué denota más sentido de proceso que una vida humana? Nacemos, vivimos, morimos. Una planta conoce y acepta más su inevitable destino y verdadera naturaleza que los seres humanos, será por eso que entrega desapegada e incondicionalmente su flor, su fruto, su don.""