Sri Aurobindo -padre del Yoga Integral- nos interpela con respecto al desapego,
observa que estamos confundidos, que entendemos el desapego como una actitud de
desprendimiento material, desidia y abandono.
El desapego, como lo explican las
sagradas escrituras antiguas, es la no-identificación. No somos lo que tenemos,
ni somos las emociones, ni el cuerpo, ni el pensamiento intelectual, ni
siquiera somos esta vida. Y esa no-identificación no implica abandonarlo todo,
al contrario, significa que objetivamente tenemos todos estos instrumentos para
trabajar en este plano. Y, en ese sentido, Aurobindo advierte que los extremos
–la avaricia y el abandono- son armas de doble filo y sólo encontrando un
equilibrio vamos a poder realizar nuestra misión: la liberación de ataduras.
Está claro cuál es nuestro trabajo aquí y ahora.
Ser auténticos a cada momento, buscando la
coherencia hacia adentro y desde ahí hacia afuera.
Namasté!