viernes, 19 de diciembre de 2014

Yoga y altas temperaturas.

Aunque el calor nos pueda dar un poco de letargo y pensar en movernos puede no ser la idea más atractiva de todas, nuestro cuerpo sigue necesitandolo. 
Mantener su flexibilidad y fortaleza, oxigenarse y desintoxicarse, y también brindar energía para el funcionamiento adecuado de los órganos internos y procesos vitales. 
Nuestra mente también necesita los efectos calmantes que le da el yoga, ahora más que en ningún otro momento del año.

Es importante tener en cuenta el momento del día que elegimos para pararnos sobre el mat. En las horas pico de calor es preferible mantenerse en lugares frescos y que nuestro cuerpo esté hidratado y reposado. Temprano por la mañana y al atardecer son los mejores momentos para ponerse a practicar. Si estás al aire libre, busca una sombra, si estás en una sala, procurá que esté ventilada pero siempre evitando los cambios bruscos de temperatura -personalmente, me inclino por no utilizar el aire acondicionado al hacer yoga.

Una práctica adecuada es la opción más conveniente y restauradora. Disminuí la exigencia. Evita las secuencias vigorosas y preferí posturas calmantes. Incluí una relajación más larga al final y escucha tu cuerpo. Descansa cuanto sea necesario. Las ásanas la respiración y la meditación siempre nos ayudan a sentirnos más calmados y enfocados.

A practicar!

lunes, 9 de junio de 2014

Notas sobre Sri Aurobindo.I.


Sri Aurobindo -padre del Yoga Integral- nos interpela con respecto al desapego, observa que estamos confundidos, que entendemos el desapego como una actitud de desprendimiento material, desidia y abandono. 
El desapego, como lo explican las sagradas escrituras antiguas, es la no-identificación. No somos lo que tenemos, ni somos las emociones, ni el cuerpo, ni el pensamiento intelectual, ni siquiera somos esta vida. Y esa no-identificación no implica abandonarlo todo, al contrario, significa que objetivamente tenemos todos estos instrumentos para trabajar en este plano. Y, en ese sentido, Aurobindo advierte que los extremos –la avaricia y el abandono- son armas de doble filo y sólo encontrando un equilibrio vamos a poder realizar nuestra misión: la liberación de ataduras. Está claro cuál es nuestro trabajo aquí y ahora.
Ser auténticos a cada momento, buscando la coherencia hacia adentro y desde ahí hacia afuera.
Namasté!

miércoles, 12 de marzo de 2014

Nadi Sodhana Pranayama. Respiración alternada.

Los principales canales por lo que circula la energía en nuestro ser son denominados Nadis. Son una especie de “tuberías sutiles” que aseguran la distribución de energía en todo el cuerpo pránico. 

Para mantenerlos purificados, el ejercicio clásico más eficaz se llama Nadi Sodhana Pranayama. Es una respiración alternada, sin retención de aliento, con el fin de equilibrar, de igualar la corriente pránica que pasa por ambas fosas nasales, y principalmente de purificar la red completa de nadis.

Antes de comenzar el ejercicio, es importante saber cuál es la manera correcta de tapar las narinas. (con respecto al mudra hay varias versiones, pero lo importante es dejar dispuestos el dedo pulgar y el anular para que nos asistan al momento de la alternancia). El sitio sobre el cual debemos ejercer una presión suave para cerrar la fosa nasal es justo donde termina el hueso que sentimos lateralmente al deslizar los dedos desde los lagrimales hacia abajo.
Para comenzar el ejercicio debemos adoptar una postura corporal correcta, sentados con la espalda derecha, con actitud relajada.
Hacemos una respiración profunda por ambas fosas nasales.
Luego, tapo la derecha, inhalo por izquierda.
Tapo izquierda, exhalo por derecha, vuelvo a inhalar por derecha.
Tapo derecha, exhalo por izquierda, vuelvo a inhalar por izquierda.
Tapo izquierda, exhalo por derecha, vuelvo a inhalar por derecha.
Tapo derecha, exhalo por izquierda, vuelvo a inhalar por izquierda…

 Y así sucesivamente, prestando total consciencia a la alternancia y buscando que la respiración sea profunda, lenta y silenciosa. 5 minutos es un buen tiempo para iniciarse en esta técnica, luego puede incrementarse, siempre evitando experimentar fatiga.
Después de dos o tres minutos, si sentimos calor en el rostro, es el indicio de que se ha estimulado la respiración celular y que el ejercicio ha alcanzado una de sus metas: recargar las baterías celulares con prana fresco. 
La práctica regular de este ejercicio purifica los nadis en pocas semanas. Los momentos más favorables son la mañana y la tarde, es importante no practicar inmediatamente después de una comida.

A purificarse!


Fuente conceptual: André Van Lysebeth – Pranayama, la dinámica del aliento.