martes, 15 de octubre de 2013

Practica el silencio.

Cuando practicamos el silencio, cesan los ruidos externos para darle paso a los ruidos internos. No es fácil, no es cómodo al principio; pero es una gran herramienta.
Les propongo dos cosas:
Una, que lean esta nota que tomé agradecida del blog Trazender.
Y la segunda es que intenten hacer el ejercicio -con paciencia, sin expectativas, ni exigencias- de permanecer en silencio un momento en el día. Tal vez, al principio sean cinco minutos, luego diez... y quizás un día te sorprendas y elijas el silencio por un largo rato. Silencio sin charla, sin noticias, sin música. Sólo vos y tu interior.
Namasté!


La Práctica del Silencio

El primer paso en el camino espiritual es la práctica del silencio, algo que se ha perdido en estos días y una de las razones por las cuales nos sentimos tantas veces confundidos.

La verdad acerca de nosotros mismos y de nuestro camino en esta vida reside en nuestro interior, ese lugar al que no tenemos acceso últimamente porque llenamos todos los espacios con palabras y pensamientos.
La mente piensa, reflexiona pero también divaga y se enreda en esas ideas abstractas y digo abstractas porque muy pocas veces las bajamos a la realidad, a la práctica, algo imprescindible para que se vuelvan concretas. Entonces vivimos pensando y pensando creyendo que por el hecho de pensar hacemos o nos estamos ocupando de lo que necesita de nuestra atención y acción.

También nos escondemos detrás del ruido porque de esa manera evitamos conectarnos con eso que nos está dañando y que requiere de una solución inmediata. Y así pasan nuestros días sumergidos en actividades y alboroto mental.

El silencio….asusta….el silencio hace emerger lo agradable y lo desagradable sobre nosotros mismos. En el silencio emergen nuestros miedos y debilidades. En el silencio nuestra conciencia encuentra su voz para expresarse desde lo más profundo de nuestro ser.

La práctica del silencio es fundamental en este camino…le pone un alto a la mente, a nuestros prejuicios, a nuestras preocupaciones, al auto-boicot, a la duda, a la suposición y a tantas otras cosas que nos obstaculizan en nuestra vida. La práctica del silencio nos enfrenta directamente con nuestro Ser, con aquello que debemos pulir o cambiar y con aquello que debemos potenciar.

La sabiduría no llega a nosotros fácilmente….se encuentra dormida en cada uno de nosotros y para hacerla florecer primero debemos limpiar la tierra para que se vuelva fértil. Como la flor de loto que se abre en todo su esplendor emergiendo del lodo más profundo. Por eso la flor de loto es un símbolo esencial en este camino, porque aún desde lo más oscuro puede finalmente salir a la luz.

Fuente: http://trazender.blogspot.com/2009/05/la-practica-del-silencio.html#ixzz2hnkDFssq