lunes, 17 de septiembre de 2012

El poder de los mantras.


La palabra mantra proviene del sánscrito man, que significa mente, y tra, que tiene el sentido de protección, y también de instrumento. Los mantras son recursos para proteger a nuestra mente contra los ciclos improductivos de pensamiento y acción. Aparte de sus aspectos vibracionales benéficos, los mantras sirven para enfocar y sosegar la mente. Al concentrarse en la repetición del sonido, todos los demás pensamientos se desvanecen poco a poco hasta que la mente queda clara y tranquila.

Su función.
Los mantras emplean canales subliminales. No es necesario intelectualizar el "significado" o la simbología del mantra para que su sonido ejerza sus efectos sobre nosotros. El ritmo sonoro funcionará en el plano inconsciente y acabará por saturar los pensamientos conscientes, lo cual a su vez, afectará a los ritmos. 
El poder sutil de las palabras recitadas en un mantra es una cualidad abstracta que sólo puede ser observada por medio de sus efectos. En este sentido, el mantra actúa como en un plano sutil, pues su poder está más allá de las imágenes y de las palabras.
Las energías curativas despertadas por el sonido del mantra son inherentes a la psiquis. En la tradición budista, estas fuerzas positivas son caracterizadas como divinidades: manifestaciones de una fuerza transformadora que se encuentra en nuestra mente.

Mantrar.
Pronunciamos los mantras en voz alta o interiormente de forma rítmica y repetitiva.
Algunas tradiciones utilizan un japamala, una especie de rosario con 108 cuentas para recitar cada mantra en ciclos exactos al alba y a la puesta del sol. También es aconsejable recitarlos para mantener nuestra mente limpia y purificar nuestro entorno evitando las divagaciones y la falta de concentración.
Pronunciado en voz alta durante algunos minutos a primera hora de la mañana, "un mantra eficaz queda reverberando en silencio, mentalmente, durante toda la jornada, y deja en nosotros la impronta de la vibración, la imagen y el significado. Se cree que con cada eco, el mantra repercute sobre la textura de lo corporal así como de lo mental, en el sentido de promover la armonía y el orden. La actividad adopta un nuevo ritmo; todo baila a la cadencia del mantra.
Si lo recitamos rápido, nos servirá para generar energía y vencer la desidia. Si recurrimos a un mantra lento, nos ayudará a obtener durante todo el día un estado de relajación y de calma".

Namasté!