La palabra mantra proviene del sánscrito man,
que significa mente, y tra, que tiene el sentido de protección, y
también de instrumento. Los mantras son recursos para proteger a nuestra mente
contra los ciclos improductivos de pensamiento y acción. Aparte de sus aspectos
vibracionales benéficos, los mantras sirven para enfocar y sosegar la mente. Al
concentrarse en la repetición del sonido, todos los demás pensamientos se
desvanecen poco a poco hasta que la mente queda clara y tranquila.
Su función.
Los mantras emplean canales
subliminales. No es necesario intelectualizar el "significado" o la
simbología del mantra para que su sonido ejerza sus efectos sobre nosotros. El
ritmo sonoro funcionará en el plano inconsciente y acabará por saturar los
pensamientos conscientes, lo cual a su vez, afectará a los ritmos.
El poder sutil de las palabras recitadas en un
mantra es una cualidad abstracta que sólo puede ser observada por medio de sus
efectos. En este sentido, el mantra actúa como en un plano sutil, pues su poder
está más allá de las imágenes y de las palabras.
Las energías curativas despertadas por el
sonido del mantra son inherentes a la psiquis. En la tradición budista, estas
fuerzas positivas son caracterizadas como divinidades: manifestaciones de una
fuerza transformadora que se encuentra en nuestra mente.
Mantrar.
Pronunciamos los mantras en voz alta o
interiormente de forma rítmica y repetitiva.
Algunas tradiciones utilizan un japamala, una especie de
rosario con 108 cuentas para recitar cada mantra en ciclos exactos al alba y a
la puesta del sol. También
es aconsejable recitarlos para mantener nuestra mente limpia y purificar
nuestro entorno evitando las divagaciones y la falta de concentración.
Pronunciado en voz alta durante algunos minutos a primera hora de
la mañana, "un mantra eficaz queda reverberando en silencio, mentalmente,
durante toda la jornada, y deja en nosotros la impronta de la vibración, la
imagen y el significado. Se cree que con cada eco, el mantra repercute sobre la
textura de lo corporal así como de lo mental, en el sentido de promover la
armonía y el orden. La actividad adopta un nuevo ritmo; todo baila a la
cadencia del mantra.
Si lo recitamos rápido, nos servirá para
generar energía y vencer la desidia. Si recurrimos a un mantra lento, nos
ayudará a obtener durante todo el día un estado de relajación y de calma".
Namasté!