domingo, 24 de julio de 2011

Decálogo para una vida tranquila


• No dejes que tu agenda te gobierne. Muchas cosas que te planteas ahora son postergables. Prueba y verás.

• Cuando estés con tu pareja y tus hijos o con tus amigos, apaga el celular y desconecta el teléfono.

• Tómate tiempo para comer y beber. Comer apurado genera males digestivos y si la comida es buena y está bien sazonada, no la apreciarás como se debe. Este es uno de los placeres de la vida, no lo arruines.

• Pasa tiempo a solas contigo mismo, en silencio. Escucha tu voz interior. Medita sobre la vida en general. No tengas miedo al silencio. Al principio te será difícil, luego notarás los beneficios.

• No te aturdas con ruidos o mires televisión como si fueras una medusa petrificada. Escucha música con calma y verás que es bellísima. No te quedes frente al televisor porque sí.

• Escribe un ranking de prioridades. Si lo primero que escribiste es trabajo, algo anda mal, vuelve a redactarlo. El trabajo es importante y debemos hacerlo, pero medita y notarás que no es lo más importante de tu vida.

• No creas eso de que en poco tiempo das amor. Escucha los sueños de la gente que amas, sus miedos, sus alegrías, sus fracasos, sus fantasías y problemas. Es una estupidez pensar que se puede amar una hora por día y basta con eso.

• No creas que tus hijos pueden seguir tu ritmo. Sos vos quien debe desacelerar e ir al ritmo de ellos. Recuerda que la conversación y la compañía silenciosa son los medios de comunicación más antiguos que existen.

• El virus de la prisa es una epidemia mundial. Si lo has contraído, trata de curarte.

Carl Honoré / Elogio de la lentitud

lunes, 11 de julio de 2011

MEDITAR CON MANDALAS


En nuestros días es muy común escuchar hablar de Mandalas, de meditación con Mandalas...
Mandala es una palabra sánscrita que significa "círculo". Tiene sus primeros antecedentes en India y es utilizado desde tiempos remotos.
Desde el punto de vista espiritual es un centro energético de queilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente de quien medita en ellos.
Carl G. Jung fue el primer occidental en aplicar los Mandalas terapéuticamente. Según él, los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el conciente como el inconciente. afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subconciente colectivo.
Crear Mandalas y meditar en ellos es un poderoso instrumento que potencia la creatividad, expande la conciencia y nos reconecta con nuestro ser. Además, nos ayuda a mejorar la comunicación con el mundo y nos permite desarrollar la auto aceptación y la auto observación de una manera natural e intuitiva. Nos centra, nos armoniza, nos hace sentir paz y bienestar.
Quien realiza o medita sobre un Mandala, comienza a descubrir y a comprender que cada parte del Mandala forma parte de un todo y que cada parte del universo forma parte de uno mismo. -descubre, en definitiva, la unidad de la que hablan todos los grandes seres espirituales, el verdadero significado de "todo es uno".